LA VIDA Y SU MISTERIO - MADRE ELVIRA HERNÁNDEZ DESCANSA EN PAZ.
Hoy compartimos con todos nuestros amigos y familiares la noticia del fallecimiento de Nuestra querida madre, Elvira Hernández.
Ayer, vísperas de Nuestra Señora de Guadalupe, se nos fue una Celadora al cielo: M. Elvira, descansa en paz, que desde el cielo interceda por todas y cada una de nosotras, por el Reinado del Corazón de Jesús en el mundo y en especial en España. Te queremos desde aquí al cielo Madre, tu sonrisa es el mejor recuerdo, tu fervor el aroma más agradable que nos dejas y tu mirada trascendente la esperanza más cierta.
Desde siempre he podido percibir que la vida es como una rosa, el hecho de que tenga espinas no le quita su belleza y más cuando el corazón y la vida entera ha sido plenamente del Dueño de la vida.
Así se ha ido deshojando la vida de nuestra querida Madre Elvira, una rosa casi eterna, exhalando el aroma y perfume más preciado, solo para su Rey, el Corazón de Jesús, una vida entregada con ardor y fervor, ella llenó todos los espacios vacíos de alegría, entusiasmo y bondad, gran misionera por tierras peruanas y hasta en sus últimos momentos de conciencia ha seguido marchitándose con gusto y gran generosidad por el reinado de Amor.
Gracias Señor por su vida.
Nuestros sentimientos hoy están encontrados: de alegría, porque ya descansa con su Amado después de verla cargar con su cruz y sufrimiento con tanta paz, pero a la vez dolor, porque es una Madre que se nos va.
Su perfume queda entre nosotras como lo más bello y agradable que hemos podido conocer.
Gracias Señor, gracias y dale el descanso eterno. Amén.
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